Gracia

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Definición. (1) Favor (Romanos 2:2, 10). (2) La gratuita e inmerecida eterna salvación de Dios (Efesios 2:8-9). Un don y una capacitación espiritual (Hechos 14:26).

Hay dos maneras principales en que la gracia es usada en la Biblia, la gracia salvadora y la gracia del servicio:

LA GRACIA SALVADORA es el favor de Dios gratuito e inmerecido, dado soberanamente. La gracia Bíblica significa la inmerecida salvación eterna de Dios que le sobreviene gratuitamente al pecador que cree a través de la expiación del Señor Jesucristo. Es recibir lo opuesto a lo que merecemos. Es el gratuito perdón de pecados y el ofrecimiento de imputarle ser justo por el pago hecho por el Señor Jesucristo (Romanos 3:24 - 4:6; 11:6; Hechos 15:11; II Corintios 8:9; Efesios 1:7; 2:8-9; II Timoteo 2:16; Tito 2:11; 3:4-7; Hebreos 2:9; 4:16). La salvación por gracia significa que no es obtenida o mantenida por obras humanas; sino que es el regalo gratuito de Dios a través de la fe puesta en la sangre de Cristo. Este es el evangelio de la gracia de Cristo (Gálatas 1:6); es Cristo solamente, gracia solamente y fe solamente.

La salvación por gracia solamente, a través únicamente de la fe en el evangelio predicado por los Apóstoles y revelada a nosotros en la palabra de Dios. Pablo describió el evangelio en Romanos 3:24 – 4:6 donde indica que este es el evangelio de salvación por gracia solamente, a través de la fe únicamente, y sin obras de ninguna clase. Pablo también describió el evangelio en I Corintios 15:1-4 donde tampoco hay ninguna palabra acerca de las obras o sacramentos. El evangelio de salvación es a través de la fe en la muerte y resurrección del Señor Jesucristo y nada más; es solamente Cristo, solamente la gracia, solamente la fe, no las obras ni los sacramentos. ¡Alabado sea el Señor!

Cuando el carcelero de Filipos le preguntó a Pablo y a Bernabé “Señores, ¿Qué debo hacer para ser salvo?”, ellos le contestaron “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa” (Hechos 16:30, 31). No hay nada aquí con referencia a las obras o sacramentos o iglesias o sacerdotes.

El Señor Jesucristo enseñó lo mismo, por supuesto. Cuando la multitud le preguntó a Cristo “¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?,” Él les respondió  “Esta el las obra de Dios, que creáis en el que Él ha enviado” (Juan 6:28-29). De nuevo, aquí no hay nada con respecto a las obras de los sacramentos. Juan 3:16 dice: “Para que todo aquel que en el cree no perezca sino que tenga vida eterna.” La salvación es solamente a través de Cristo, solamente por gracia, por la fe únicamente, nada más ni nada menos.

El error común de varios falsos maestros es intentar mezclar la gracia con la ley, la fe con las obras, y esto lo hacen redefiniendo la gracia. Muchos de los que profesan creer en la salvación por obras en realidad enseñan que la salvación se obtiene al mezclar la gracia con las obras. Este era el error de los falsos profetas en Galacia (Gálatas 1-5). Al refutarles su error, el Apóstol dijo que al intentar mezclar la fe con las obras, y la ley con la gracia, esos maestros se habían puesto así mismos bajo una maldición divina (Gálatas 1:6-9). Este mismo error lo tenían los judíos legalistas cuyas enseñanzas fueron condenadas por los Apóstoles en Hechos 15. Los falsos maestros admitían que la Gracia de Dios era necesaria parar la salvación, y ellos hablaban mucho de la necesidad de la sangre de Cristo y de la necesidad de su poder para vivir una vida santa. Pero ellos se pasaron más de lo debido y enseñaron que la gracia debía mezclarse con la obediencia a la ley para que una persona fuera salva; y una gran cantidad de falsos maestros están promoviendo esta herejía hoy. El Apóstol Pablo peleó vehementemente contra este error. Él emfatizó repetidamente que la salvación es por gracia SOLAMENTE, y a través de la fe únicamente (Romanos 3:21-28; 4:4-6; Hechos 15:7-11; Gálatas 2:15 – 3:29; Tito 3:3-7). Él también enseñó que la verdadera fe produce buenas obras, pero que el fruto de la salvación – las obras – nunca debe ser confundido con la raíz de la salvación – la gracia – (Efesios 2:8-10; Tito 3:3-8).

LA GRACIA DE SERVICIO es una capacidad que Dios da a los cristianos para que ellos puedan servirle a Él (Hechos 14:26; Romanos 12:3, 6; 15:15; I Corintios 1:4; 3:10; 15:10; II Corintios 1:12; 9:8, 14; 12:9; Gálatas 2:9; Efesios 3:7, 8; 4:7; Hebreos 12:28). Dios le ha dado al Cristiano todo lo que éste necesita para vivir una buena vida y cumplir su voluntad. Una persona no puede recibir gracia para servir si no ha recibido primero la gracia salvadora. Dios ofrece la gracia para servir a todos los creyentes para que la apliquen en todas las áreas de sus vidas. Cristianas (II Corintios 4:15; 8:1, 6, 7, 19; 9:14). El cristiano al crecer debe aprender cada día más a apoyarse completamente en la gracia de Dios para vivir su vida Cristiana, en lugar de servir a Dios en sus propias fuerzas.

La gracia salvadora viene a través de la sangre de Jesucristo y es recibida al confiar en esta (Romanos 3:24, 25). La gracia de servicio viene a través del poder del Espíritu Santo que habita en la persona y es recibida en la oración y al caminar en obediencia a Él (Efesios 3:7; Gálatas 5:16; Hebreos 4:16).